jueves, 16 de febrero de 2012

El cáncer es un asunto de familia

La mayoría de los cánceres infantiles se deben a mutaciones de células que todavía están en proceso de crecimiento. Estos cambios ocurren al azar o de forma impredecible, no hay alguna forma eficaz de prevenirlos pero si de detectarlos oportunamente.

Es posible que los padres o el pediatra detecten algunos de los primeros síntomas del cáncer como fiebre, ganglios linfáticos inflamados, infecciones frecuentes, anemia o moretones, entre otros. A continuación te presentamos los síntomas de alerta para el cáncer infantil:


Imagen tomada de Facebook

Una vez diagnosticado el cáncer, es importante que los padres busquen ayuda para que su hijo reciba atención en un hospital especializado en oncología pediátrica, además de solicitar apoyo emocional para el menor y para todos los miembros de la familia.

Por eso, en el Día Internacional contra la Lucha del Cáncer Infantil les damos algunas recomendaciones para lidiar con las emociones generadas a raíz del diagnóstico.

¿Por qué mi hijo debe conocer el diagnóstico?

Los niños pueden estar muy enfermos, tener mucho dolor o soportar molestos tratamientos.

Tal vez ni siquiera se sientan enfermos, pero es posible que dejen de asistir a la escuela por un largo tiempo o tengan que dejar de participar en deportes y otras actividades, incluso los hermanos y hermanas pueden tener que separarse repentinamente de sus padres. ¿No creen que sean razones suficientes para decirles qué está pasando?

Por ello, es muy importante que recuerden que “la enfermedad no es un asunto de padres sino de familia.”

¿Cómo le digo que tiene cáncer?

Los padres deben buscar ayuda para asimilar el diagnóstico que acaban de recibir, aprender a vivir con la enfermedad y no centrar sus esfuerzos físicos y emocionales en “mi hijo no se va morir”.

1. La noticia debe darse con un lenguaje sencillo y considerando la cantidad de información que debe darse de acuerdo a la edad.
2. La notica no debe darse en su hogar, hospital (instalaciones, cama o cafetería), u otro lugar que suelan frecuentar. Busque un espacio neutral y siga buscándolo al recibir nuevas noticias, sean favorables o no.
3. Los padres deben enfatizar que la enfermedad no es un castigo y que nadie tiene la culpa.
4. Brinde explicaciones simples y en repetidas ocasiones de lo que le está sucediendo. Por ejemplo, “El cáncer son células malas y el tratamiento te ayuda a que se vayan, pero a veces estarás cansado o tendrás dolor.”
5. Siempre verifique que el niño entienda lo que está sucediendo.
6. Permita que exprese sus emociones a través de actividades como cuentos o dibujos.
7. Reconozca su buen comportamiento al cooperar con las pruebas y procedimientos dándole aplausos, besos, abrazos o leyéndole un cuento extra antes de dormir. No lo recompense con objetos materiales.
8. Infórmele constantemente de las buenas y malas noticias.

Lo más importante es que comunique el diagnóstico con sinceridad, con la información necesaria y aprenda a decir: “No lo sé, pero vamos averiguarlo juntos”.


Información y actividades recomendadas

Niños menores de 3 años

Cuando son pequeños no hay preguntas que responder sino que debe pasar tiempo con el niño, cárguelo, abrácelo, póngale música, cántale, pídale que dibuje y si es posible llévelo de paseo dentro de las instalaciones. Lo más importante es que debe convertir su cuna en un “terreno seguro". ¿Cómo? ¡Decórela y recuérdele que es su espacio!

De los 4 a 7 años

Antes de comunicarle el diagnóstico se le debe preguntar: ¿por qué crees que estás en el hospital?, ¿por qué imaginas que te hacen tantos estudios? y ¿por qué crees que te sientas cansado? Basado en sus respuestas puede iniciar: “Haz escuchado de algo que se llama cáncer, ¿podrías imaginar qué es? Bueno el cáncer es una enfermedad…“

De los 8 a 12 años

Los niños en este rango de edad saben que algo está sucediendo, saben que es una enfermedad y ahora las preguntas que pueden realizar son: ¿por qué no puedo ir con mis amigos?, ¿por qué estoy cansado?, ¿por qué vamos tan seguido al hospital?, ¿qué es el cáncer? y ¿cómo me ayuda el tratamiento? Recuerde que, solo debe responder a las preguntas que le realice y no lo confunda dándole más información de la necesaria.

De los 13 a 18 años

Las posibles preguntas son ¿por qué yo?, ¿por qué me hacen esto?, ¿por qué me duele? y ¿me voy a curar? Si los padres no saben la respuesta pueden decir: “No lo sé, PERO hay que esperar los resultados."

A esta edad es importante que les permitan tener privacidad y dar su opinión.

Conocer para Vivir ofrece el apoyo de psicoterapeutas y tanatólogos que ayudan a resolver los conflictos emocionales generados por el cáncer y a desarrollar una actitud de fortaleza y esperanza frente a la enfermedad.

Información, asistencia y asesoría gratuitos al 5658 7705 o, al correo conocerparavivir@yahoo.com.mx

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