jueves, 19 de julio de 2012

Nutrición en pacientes terminales

                                                Imagen tomada de Internet


Un diagnóstico terminal es una noticia dolorosa para el paciente y sus familiares. El cáncer se encuentra en una etapa muy avanzada (ya sea de un tumor inicial o de metástasis), y no existen procedimientos médicos que puedan devolverle la salud.

Ante esta situación, es fundamental que la familia, amigos y/ o cuidadores cuiden la alimentación del paciente. ¿Por qué? Los pacientes en este estado de la enfermedad pueden presentar extrema desnutrición (caquexia), pérdida de peso, sensación de saciedad temprana, hinchazón, anorexia, pérdida de apetito, diarrea, estreñimiento, náusea, vómito, sequedad bucal (xerostomía), y obstrucción intestinal.

Así que una alimentación adecuada puede evitar que el paciente presente  baja de presión (hipotensión), reducción de glucosa en sangre (hipoglicemia) o deshidratación, además de brindarle calidad de vida.

Por ello, Conocer para Vivir, Red de apoyo para pacientes con cáncer y sus familiares, presenta las siguientes recomendaciones* de alimentación:

  1. La mayoría de los pacientes pueden sentirse aliviados con cantidades mínimas de alimento. Esto evitará una reducción drástica de la glucosa en la sangre, por lo que disminuirá el riesgo de desmayo, náusea, mareos, vómito, pérdida de la conciencia y otros síntomas graves y alarmantes para la familia.
  2. No debe de comer más de lo que puede, ya sea por vía oral o por sonda. Los síntomas secundarios pueden ser muy molestos y pueden empeorar su nutrición y su salud. Sólo deberá comer lo que tolere.
  3. Hay que consultar con el nutriólogo sobre la libertad de la dieta, para tener la opción de ingerir alimentos que sean de su agrado: postres, panes, guisados especiales, atoles, tamales, líquido azucarado, flanes, té con azúcar, jugos, malteadas y otras bebidas con calorías. El agua sola suele ser insuficiente para que tenga una respuesta positiva.
  4. No hay que usar suplementos alimenticios ni módulos de proteína como el caseitato de calcio, en estos momentos, pocas veces es bien tolerado. Platíquelo con su nutriólogo.
  5. Si se lleva alimentación por sonda y padece diarrea, náusea o vómito o ha dejado de obrar por varios días, será conveniente la reducción a menos de la mitad de la prescripción del alimento o su suspensión total.  Platíquelo con su médico o nutriólogo.
  6. El agua por vía oral logra aliviar la sensación de sed, algunos sorbos varias veces al día suelen ser suficiente. Si la reacción es negativa o el líquido ingerido es insuficiente, entonces puede optarse por pasar alguna solución con líquido y electrolitos vía venosa. Para esto, consulte a su médico, este tipo de procedimientos requiere de una instrucción profesional, no lo haga usted solo.
  7. Si la hidratación por sonda empeora los síntomas, entonces deberá suspenderse e iniciarse por vía venosa la hidratación.
  8. Si el paciente no puede tomar líquido por vía oral y aún con el paso de soluciones vía venosa no disminuye la sensación de sed, puede humedecer una gasa con jugo o agua y frotar sus labios, algunas gotitas que toquen su lengua ayudará a que tenga sensación de alivio. No debe excederse, ya que el médico indicó que “no puede pasar nada vía oral", sólo un poco de líquido en su labios calmará el malestar.
  9. También puede realizar el procedimiento descrito en el punto 6 con hielos de sabores o con agua simple.
  10. La hidratación es de suma importancia, ya que puede evitar estados de confusión por deshidratación, desmayo, mareo, náusea, vómito y pérdida de la conciencia.
  11. Ya que se esté pasando algunas soluciones por la vena, también pueden pasarse algunos medicamentos que anteriormente se pasaban por vía oral o por sonda. Platíquelo con su médico.
  12. Si está durmiendo por más de la mitad del día, es necesario mantenerse hidratado por vía intravenosa. Las soluciones con electrolitos y glucosa suelen ayudar a mantenerse tranquilo.
  13. La alimentación parental no suele ser una opción muy adecuada en cáncer avanzado. Sin embargo, puede platicarlo con su médico y nutriólogo para ver si las ventanas son mayores que los riesgos. 
¿Conoces a alguien que esté viviendo con la enfermedad y crees que le serviría este espacio? Compártele esta información. ¡Estamos contigo! Apoyo emocional y asesoría al 5658 7705 o, al correo conocerparavivir@yahoo.com.mx 


Referencia
* Carolina Jiménez. Cáncer. Preguntas y respuestas, más menús. Editores Mexicanos Unidos, S. A., 1ª. Edición, pp. 150- 153