lunes, 18 de enero de 2010

Un oncólogo que ama a sus pacientes

Samadi ha puesto en marcha una filosofía sobre el trato al paciente como forma de terapia. Alaba a su equipo de enfermeras y ayudantes. "Amo a mis pacientes, los quiero. Nunca los trato como tales, sino como amigos. Cuando dejan mi oficina, se hacen amigos míos durante años. Es una unión muy fuerte. Es una empatía que tengo con ellos en la que confían. No hablamos de cirujanos antipáticos que no disponen de tiempo para hablar con ellos a pesar de que los resultados sean buenos, para mí eso no es un éxito. Mi fuerza radica en que si es un día festivo y alguien me llama, acudo al hospital. Estoy disponible las veinticuatro horas los siete días a la semana por el teléfono celular, correo electrónico… jamás me escapo de ellos. Lo saben, y por eso he creado una red de amigos, no de enfermos, en todo el mundo. En esto consiste este trabajo, conocer a esta gente maravillosa, de diferentes razas y nacionalidades, y en poder marcar la diferencia en sus vidas y sus familias. Cuando finalizo la cirugía y les cuento las buenas noticias a los parientes, saltan las emociones. Salvar vidas es algo maravilloso, yo no lo llamaría simplemente trabajo" (Palabras del doctor David Samadi, jefe del servicio de oncología robótica del hospital Monte Sinaí entrevistado por la revista El País Semanal del 1o de enero 2010). ¡Qué ganas de que nos toque un médico así! En Conocer para Vivir hemos tenido la suerte de encontrarnos con muchos médicos brillantes y empáticos, que no tratan al paciente como un mero expediente. Creo que eso da una confianza enorme y ayuda a enfrentar la enfermedad. Tristemente hay otros médicos que nunca son capaces de ponerse en el lugar de las personas en el momento de dar un diagnóstico: "tiene cáncer. ya se le indicará el tratamiento". En este momento, cambia la vida completamente de la persona y sus seres queridos...pero para el doctor es sólo rutina...¿no podrían hacer un esfuerzo mayor para poder manejar una noticia así? ¿cómo sensibilizarlos? ¿les interesa? ¿cuál ha sido tu experiencia?

La mujer, gran soporte de los hombres con cáncer de próstata

"La palabra cáncer asusta, y en el caso de la próstata no hay síntomas. Cuando un doctor te diagnostica un cáncer de próstata, la mayoría de los hombres se quedan de piedra, les entra mucho miedo. Las mujeres reaccionan de una manera distinta, son más fuertes, los sostienen, investigan y buscan las soluciones. En mi experiencia, son ellas quienes toman las decisiones en la mayoría de los casos y deciden el camino a seguir. Son el gran soporte en el que se apoyan los hombres". El doctor David Samadi, jefe del servicio de oncología robótica del hospital Monte Sinaí (uno de las más respetados del mundo) ubicado en Nueva York fue entrevistado por la revista El País Semanal del 10 de enero de 2010. Es una entrevista inspiradora y magnífica tanto para los pacientes como para los médicos, no sólo por las nuevas técnicas que usa (opera con el robot Da Vinci, lo que permite operar de forma menos invasiva y con menores riesgos para el paciente), sino por su forma de entender a los pacientes. Hay mucho que comentar de su larga charla, pero esta reflexión sobre el importante papel que juegan las mujeres como apoyo de sus parejas con cáncer de próstata me parece fundamental. Confirmo la importancia de no sentirse solo ante esta enfermedad.

jueves, 7 de enero de 2010

Rebasa el cáncer a sistema de salud- Periódico REFORMA

El Instituto reconoce que, pese a las obras, la atención será limitada Margarita Vega y Víctor Fuentes

Ciudad de México (7 enero 2010).- Ante el aumento en la demanda de atención de pacientes con cáncer, el Instituto Nacional de Cancerología (Incan), que atiende a población de todo el País sin seguridad social, planea ampliar sus instalaciones, ya que su capacidad actual es insuficiente.

Sin embargo, el instituto reconoce que, pese a las nuevas obras que ya están en marcha, la atención a pacientes se verá limitada ante el constante incremento de casos de esta enfermedad.

Ubicado en la zona de hospitales de Tlalpan, el Incan atiende a una población de la cual el 90 por ciento tiene un perfil socioeconómico bajo y el 68 por ciento procede del interior de la República.

Opera en el mismo edificio desde 1980 y, según su más reciente informe, en 2008 sólo pudo brindar servicio a 77 por ciento de las 11 mil 310 personas que solicitaron algún tipo de atención.

"El incremento en la demanda de atención en las áreas críticas y hospitalización ha rebasado la capacidad de respuesta del instituto y aun cuando se han realizado esfuerzos continuos para optimizar el tiempo de permanencia de los enfermos como pacientes institucionales, éstos han sido insuficientes", advierte el proyecto de inversión del Incan enviado a la Secretaría de Hacienda.

El problema es tan grave, que, según su propio diagnóstico, el área de radiología está totalmente saturada y no cuenta con espacios ni la bioseguridad necesaria para pacientes y médicos.

El cáncer es la segunda causa de muerte en el País.

En 2008 se registraron 72 mil 399 nuevos casos a nivel nacional, con 48 mil 222 fallecimientos.

En el mismo año, el IMSS y el Seguro Popular atendieron a 230 mil 742 mujeres tan sólo por cáncer de mama y cervicouterino.

El Incan captó a mil 269 pacientes con esos tipos de cáncer, de los cuales 813 son de mama.

Es por eso que se invertirán mil 242 millones de pesos para construir una nueva torre de hospitalización de nueve pisos, que deberá estar concluida en 2012 y agregará 184 camas a las 146 existentes, además de quirófanos, farmacia y amplios espacios para las 15 unidades especializadas que tratan a los pacientes según sus padecimientos específicos.

Los recursos para la nueva torre provendrán del Fideicomiso del Sistema de Protección Social en Salud y la Fundación Gonzalo Río Arronte.

Sale caro el cáncer a Seguro Popular

El costo promedio del tratamiento por el cáncer de mama y el cervicouterino es más elevado en el Seguro Popular que en el IMSS.

Durante 2008 ambas instituciones destinaron en conjunto 2 mil 717 millones de pesos para la atención de 230 mil 742 mujeres.

Así, el costo promedio de atención en los dos organismos, que cubren al 75 por ciento de la población, fue de 11 mil 755 pesos.

Sin embargo, en las dos hay importantes diferencias. Mientras que en el IMSS el tratamiento anual de cada mujer con cáncer cérvico uterino fue de 10 mil 585 pesos, en el Seguro Popular fue de 45 mil 323 pesos.

En el caso del cáncer de mama las brechas son mayores. Al Seguro Popular le cuesta 196 mil 960 pesos por año tratar a una mujer con esta enfermedad, mientras que al IMSS únicamente 8 mil 845 pesos.

Además, el IMSS otorgó un millón 117 mil 443 consultas para la detección y seguimiento de esas dos enfermedades, las cuales crecieron casi 6 por ciento con relación al 2007.

En comparación a otros tipos de cáncer, durante 2008 el Seguro Popular destinó 262.8 millones de pesos para el tratamiento de mil 316 menores de edad con neoplasias malignas, mientras que erogó 17.3 millones de pesos para 22 trasplantes de médula ósea.

En tanto, el Instituto Nacional de Cancerología, que atiende a población sin seguridad social, recibirá en 2010 un presupuesto de 592.5 millones de pesos, además de los 360 millones de pesos que prevé recabar por ventas de servicios, según el Presupuesto de Egresos de la Federación aprobado por la Cámara de Diputados.

Política focalizada

La política nacional para la detección y control del cáncer está prácticamente centrada en estas dos modalidades, pues son las únicas dos neoplasias que se mencionan en los planes, informes e incluso en el presupuesto anual de la Secretaría de Salud.

"El cáncer cérvicouterino constituye uno de los principales problemas de salud pública del País, por lo que las actividades en este campo estarán orientadas a ampliar e intensificar la detección temprana del cáncer cervicouterino en el grupo de mujeres de 25 a 64 años de edad, particularmente entre las que nunca se han realizado el examen de Papanicolaou, para lo cual se tiene programado realizar 2.6 millones de estudios lo que permitirá cubrir el 78 por ciento de mujeres en este rango de edad", plantea la estrategia programática del presupuesto 2010 para la dependencia.

En tanto, en el Programa Sectorial 2007-2012, sólo estos dos tipos de cáncer se incluyen en las metas de mejora de las condiciones de salud de las personas.

Según el informe "Rendición de Cuentas en Salud 2008", difundido por la Secretaría a mediados del mes pasado, la cobertura de mastografías para detectar cáncer de mama en mujeres de entre 50 y 69 años pasó del 7.2 por ciento que había en 2006 al 8.2 por ciento para 2008. Sin embargo, la meta para 2012 es que el 21.6 por ciento de estas mujeres accedan a dichos estudios.

En cuanto a cáncer cérvico uterino, la dependencia subraya que la tasa de mortalidad por cada 100 mil mujeres mayores de 25 años pasó de 15 a 14 en el mismo periodo. En esta caso, la meta sectorial es de 11 muertes por cada 100 mil mujeres.